Corrientes, 6 de agosto de 2018

Los abajo firmantes, Rabino Marcelo Wajcer, Pastor Sergio Díaz, y Arzobispo Andrés Stanovnik, nos dirigimos a toda la comunidad correntina y, de un modo especial, a toda la dirigencia política, incluyendo a los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, que constituyen nuestro gobierno republicano, representativo y participativo, en nombre de nuestras comunidades religiosas. Y, de modo particular, queremos traer a la memoria dos acontecimientos que interpelan y reclaman con mucha fuerza una respuesta urgente, que mire al bien común de nuestro pueblo correntino, especialmente de los grupos más pobres y vulnerables.

En primer lugar, nos referimos al Acta-Compromiso, que suscribió una amplia mayoría de nuestra dirigencia política correntina con ocasión de haberse celebrado el bicentenario de la Independencia el pasado 17 de agosto en Yapeyú. Lugar emblemático en el que hemos querido homenajear al héroe máximo de nuestra independencia el General don José Francisco de San Martín.

Y, en segundo lugar, llamamos a la responsabilidad a nuestros legisladores. Ellos, próximamente, en el ámbito de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación tendrán en sus manos una decisión de trascendencia única. Deberán decidir, por un lado, sobre el cuidado, acompañamiento y servicio a la vida humana desde su concepción, y por otro, sobre la asistencia efectiva a la mujer que gesta en su seno a su hijo/a en situaciones que ponen el riesgo la vida de ambos. Queremos expresar nuestra convicción de que los argentinos y las argentinas somos capaces de elaborar programas, que salven siempre tanto la vida de la madre como la de su hija o a su hijo que crece en ella, independientemente de las circunstancias en las que fueron engendrados.

Respecto del Acta-Compromiso, a la que hicimos referencia, solicitamos, también en nombre de nuestras comunidades religiosas, que recuerden y reafirmen los lineamientos que entonces suscribieron, como políticas fundamentales e irrenunciables, a fin de que contribuyan efectivamente a la construcción del bien común y al fortalecimiento de un auténtica democracia inclusiva y participativa, cuyo texto consignamos a continuación:

       1. Lucha contra la pobreza y la exclusión
       2. Generación de empleo digno
       3. Combate contra el narcotráfico
       4. Prevención de las adicciones
       5. Impulso a la educación integral
       6. Acceso universal a la salud y al agua potable.
       7. Protección de la vida desde la gestación y erradicación de la trata de personas
       8. Cuidado del ambiente e impulso de las energías renovables
       9. Trabajo por la cultura del encuentro
      10. Lucha contra la corrupción y la impunidad

A esto añadíamos entonces que para llevar adelante esas prioridades se deben utilizar como instrumentos imprescindibles:

   • El diálogo y la convivencia.
   • La búsqueda incansable de los consensos y de poner fin a las injusticias.
   • El cumplimiento estricto de nuestra Constituciones Nacional y Provincial.
   • Todo ello en un marco de paz, de unión y en libertad.

“Bajo la protección de Dios”, como reza nuestra Constitución Provincial, ofrecemos estas palabras y nuestro humilde servicio. A Él, de modo particular, le pedimos que nos guie e ilumine a gobernantes y ciudadanos en esta coyuntura en que vivimos. Que nos ayude a transitar este tiempo cuidándonos unos a otros, no renunciando jamás al diálogo, y protegiendo a los que más sufren y a quienes no tienen lo necesario para vivir una vida digna.