Un grupo de Animadores Misioneros de la Arquidiócesis participaron a comienzos de este mes de la Primera Escuela de Animadores Misioneros que se realizó en nuestro país. El encuentro tuvo lugar en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto de la ciudad de Córdoba, y participaron en él animadores de diversas diócesis del país: Jujuy, Reconquista, San Roque, Río Gallegos, Dean Funes, Córdoba, además de contar con seminaristas del Seminario de Córdoba y de Corrientes. También compartieron estos días de formación la Secretaria Nacional de la IAM, hermana Marcela Davies, y Víctor, un miembro del Secretariado Nacional.

Los encuentros de formación se dictaron en medio de un encuentro fraterno y enriquecido con los testimonios de lo vivido en cada diócesis lo cual se reflejó en cada uno de los talleres realizados.

A lo largo de 6 días los animadores pudieron profundizar su formación con temas referidos a la misión general con temas tales como: Misioneros en la familia, Fundamento Trinitario de la Misión, Fundamento Eclesiológico de la Misión, Pastoral Misionera, Aportes de la Psicología a la Pastoral con Niños y Adolescentes, Perfil del Animador, Espiritualidad Misionera, María en la Misión de la Iglesia y también los temas específicos de la IAM “Escuela con Jesús, Escuela de Amor”.

Los participantes escucharon con mucha atención la exposición de quienes vinieron a compartir sus experiencias misioneras, emanadas desde distintas vocaciones. Otro momento muy fuerte en el cual el Espíritu los abrazó, fue el día que tuvieron el desierto iniciado con la Adoración al Santísimo; experimentando el silencio por varias horas cada uno desde su propia manera de encontrarse con Jesús pudo revisar su tarea como animador y en lo personal, experimentando la creación de lazos de amistad con el hermano y principalmente el abrazo de la Misericordia de Dios por medio del Sacramento de la Reconciliación.

Cada día la Eucaristía los reunía como hermanos y la profundidad de las celebraciones tan ricas en signos y gestos, se veían coronadas con el aporte de los diferentes predicadores quienes por medio de sus palabras se afirmaba el amor a la misión. El sábado, último día de la ESAM presidió la Misa el Arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñañez, quien hizo una fuerte invitación a ser verdaderos misioneros, acortando distancias y encontrarnos con nuestros hermanos, niños y adolescentes.

El último día se realizó un trabajo por Diócesis, denominado “Líneas de Acción de nuestro Trabajo”; en el mismo se dejó por escrito el compromiso que cada uno hemos asumido para animar la misión en nuestros lugares cuya copia se entregó al Secretariado Nacional y otra será para el Director Diocesano de OMP.