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Presentación del Logo y el Himno del Centenario

“Presentar el Himno y el Logo del Centenario de la creación de nuestra Diócesis es alcanzar ese punto donde las palabras se convierten en poesía y en canto, y donde la belleza y armonía de pocos trazos, revelan mucho más que las palabras”, dijo el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik durante la presentación oficial del los dos elementos que acompañaran al pueblo de Corrientes en la celebración del Centenario.

“El arte, cuando revela la verdad, es humilde, invita al silencio y a la contemplación. La Cruz nos coloca ante el admirable misterio del amor de Dios, cercano y todo nuestro, pero al mismo tiempo insondable. María de Itatí, cercana y toda nuestra, pero al mismo tiempo la “tierra sin mal”, que anhelamos peregrinos en camino hacia ella”.

“El Himno y el Logo, en fin, son una síntesis de la gracia del Centenario: Dios llama a esta Iglesia de Corrientes, su esposa, para que se convierta más a él, sea más discípula suya, y lo comunique misionera desbordada de gozo a los demás”.

Explicación del Logo

El Logo quiere expresar el Acontecimiento de Gracia que vive nuestra Iglesia particular. Una ocasión privilegiada para renovar, entre todos los hermanos correntinos, nuestra condición de discípulos y fortalecer nuestra Misión Evangelizadora. Para ello son muy importantes los signos característicos de la primera evangelización: la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí.

En el centro del logo está el signo familiar, que nos identifica a todos los hijos de esta bendita tierra de Corrientes, la Cruz de los Milagros.

El extraordinario acontecimiento que rodeó aquella cruz de madera de urunday que sin consumirse era abrasada por el fuego, plantada en el paraje denominado Arazaty, hace más de cuatro siglos, se ilumina sólo si la contemplamos con Jesús clavado en ella, llevando hasta el extremo su amor por todos. Ella nos permite volver a pasar por el corazón la verdad fundamental para todo creyente: fuimos fundados sobre una cruz en la que fue clavado el Amor. Cruz que además nos conduce a los primeros tiempos de la evangelización de nuestra región, cuando todavía éramos varios pueblos, los cuales fuimos hermanados bajo el signo de la cruz.

El trazo azul simboliza a la Tierna Madre de Itatí, y además - como ya lo hemos dicho para el CEN 2004- una tierra caracterizada por la abundante agua en sus lagunas y ríos.

El amor providente de Dios quiso valerse de la Virgen de Itatí, de su maternidad, de su amor personal y de su mirada compasiva, para abrir las puertas de nuestros pueblos a su Hijo Jesucristo.

Ella fue la primera discípula-evangelizadora que facilitó la conversión de nuestros pueblos, de nuestros antepasados, de cada uno de nosotros... para abrirnos a la fe y comenzar a comprender lo que significa la vida de gracia, la vida cristiana. Ella continúa llamándonos y facilitándonos el encuentro con Cristo, para ser discípulos y seguidores suyos.

El trazo surge de la Cruz de los Milagros. Ello quiere significar que la presencia maternal de María, fiel discípula al pie de la Cruz de su Hijo, nos quita el temor humano y espontáneo a la cruz, nos anima a abrazarla, y nos enseña a ser misioneros del amor y de la vida que brotan de ese signo.

Esas llamas al pie de la cruz simbolizan el fuego del Espíritu que debe animar hoy, nuestro ardor misionero.

Hoy somos nosotros, discípulos y discípulas de Jesucristo, los que estamos convocados a

ser misioneros de ese milagro en nuestras comunidades y con ellas, en misión, llevarlo a los demás.

Letra del Himno

Pequeñas embarcaciones, navegando por bravos ríos,

trajeron a nuestros pueblos, el anuncio de salvación,

vinieron desde muy lejos, allende los anchos mares,

Discípulos Misioneros, bajo el Signo de la Cruz.



Franciscanos, Dominicos, Mercedarios y Jesuitas,

fieles a su vocación, en la Conquista Espiritual,

abrazados por María, Pura y Limpia Concepción,

heroicos iniciadores de la Evangelización.



Así se fue cumpliendo, el plan que Dios tenía,

nuestra Iglesia querida, al amparo de María,

la que el Padre quería, y el Espíritu guía,

y al influjo de la Cruz, la que dejó Jesús.



Padre Dios te damos gracias, por cien años de esperanza,

nuestro canto de alabanza, hoy nos llena de emoción,

con María de Itatí, y el Milagro de la Cruz,

la Diócesis de Corrientes, celebra su creación,



Virgencita de Itatí, Madrecita Morena,

testigo de aquel momento, de gloria para esta tierra,

toda su historia encierra, cual invaluable tesoro,

tus milagros portentosos, en tan increíble gesta,

quisiste que aquí quedara, un pedazo de los cielos,

con la forma de la Iglesia, que el mismo Cristo dejó.



La devoción de este pueblo, a la Virgen Milagrosa,

hizo que santos varones, se prendaran de Itatí,

que miles de peregrinos, se vengan todos los años,

y que Juan Pablo II, anduviera por aquí.



La Virgencita Morena, en la Iglesia de Corrientes,

conserva para nosotros, este tesoro espiritual,

ella que es nuestra patrona, nos protege con su manto,

y se goza en la alegría, de este siglo de bendición.



Con Luís María Niella, nuestro primer Pastor,

hasta el Santo Don Orione, pisó esta tierra bendita,

desde aquel 3 de febrero de 1910,

en que Dios ha consagrado, a este suelo guaraní.

Autor y compositor: Gregorio Hugo Sotelo

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